martes, julio 04, 2006

El origen judío: la presencia de BENAYAS en “LA BIBLIA”


El nombre Benayas aparece en la Biblia asociado al periodo de gobierno del rey David, padre de Salomón, que duró cuarenta años, entre los años 1006 y 966 antes de Cristo. De ello hace, por tanto, 3.000 años y coincide con el momento en que se crea el gran reino palestino a partir de la conquista de todas las ciudades-estado cananeas.

De David dicen los libros de historia que es hungido rey en Hebrón, que consigue la unión entre Judá e Israel, que provoca guerras contra los filisteos, los cananeos, los moabitas, amonitas y edomitas. Que conquista Jerusalén, ciudad cananea, a la que convierte en capital política y religiosa, sede del Arca de la Alianza, y de la administración, que repuebla después de dar muerte a sus habitantes.

Los Benayas están vinculado, por tanto, al origen de Palestina, un territorio que, probablemente, nunca ha estado ausente de los grandes conflictos de la historia, desde su mismo nacimiento, hace tres mil años, hasta nuestros días. Y lo está, de forma activa y destacada, a juzgar por lo que se relata en el PARALIPÓMENOS, el Segundo Libro de los Reyes, uno de los que conforman la Biblia, dedicado a recoger la vida de los protagonistas de las gestas del pueblo judío.

El nombre Benayas aparece, al menos, en dos momentos:

1. La primera vez en PARALIPÓMENOS 11.22 cuando se describe a los “primeros de los valientes que siguieron al rey David y que le ayudaron con todo Israel a asegurar su dominación y a hacerle rey de Israel según la palabra de Yavé”. Es un apartado que relata nombres de treinta laureados que hicieron hazañas de renombre.

El cuarto en ser citado es “(P.11.22) Benayas, hijo de Josada, hombre de mucho valor y célebre por sus hazañas, natural de Cabsiel, mató a dos valientes de Moab, y un día de nieve, bajando a una cisterna, mató a un león. (P.11.23) Mató también a un egipcio que tenía cinco codos de estatura y cuya lanza era como un enjulio de tejedor. Bajó contra él con un palo y le arrancó de la mano la lanza, con la que le mató. (P.11.24) Esto hizo Benayas, hijo de Josada, que tuvo gran renombre entre los treinta. (P.11.25) Fue muy considerado entre los treinta, pero no llegaba a los tres primeros; David le puso al frente de su guardia”.

2. El segundo es en PARALIPÓMENOS 27.5 y 27.14 en la que describe a los jefes del ejército, “los cabezas de las casas patriarcales, los jefes de miliares ... que estaban al servicio del rey en todo lo referente a las secciones que entraban y salían de servicio cada mes, durante todos los meses del año; cada sección constaba de veinticuatro mil hombres”.

O sea que había doce jefes con el mismo nivel, que se rotaban, uno cada mes, durante los doce meses. Pues bien, lo curioso, es que había dos Benayas entre los 12 grandes jefes, el primero de los cuales era el mismo Benayas laureado que se describe en (P.11.22) y al que vuelve a citar con estas palabras: “(P.27.5) El jefe de la tercera división, la del tercer mes, era Benayas, hijo de Josada, sacerdote, y tenía a su mando veinticuatro mil hombres. (P.27.5) Este es el Benayas que era el más valiente de los treinta y los superaba a todos. Su hijo Amisabad era uno de los jefes de su división.”

El otro Benayas es jefe del undécimo mes al que describe más escuetamente “(P.27.5). El undécimo, para el undécimo mes, era Benayas de Faraton, de la tribu de Efraím; su tropa era de veinticuatro mil hombres”

Los primeros antepasados conocidos eran, pues, guerreros. Y geneticamente resistentes si nos atenemos al hecho objetivo que, 3000 años después , sus descendientes sigan aquí dando guerra.